Su nombre significa “Caminando
con Dios” y gracias a ella me permito escribir esta reflexión que parte por
describir el significado de MAYKA.
Nombre con raíces de la lengua
hebrea porque desde siempre y por siempre el Hijo del Hombre, el Verbo hecho
Carne, comunicó al mundo los secretos de Dios Padre usando este idioma. ¡Que
delicia! ¡Que bendición!, conocer un poco el significado de las palabras en la
lengua de Dios. Me remonto a mi pasado y a mi mente -cual fotograma- aparecen
los rostros de quienes anunciando la Buena Nueva desde la opción sacerdotal,
supieron inculcar en mi los valores y principios cristianos que han sido luz
para mí sendero.
Hoy más que nunca las primeras
palabras de este día están enmarcadas en un agradecimiento al Ser Supremo por
la vida en quien se inspira este escrito y de quien aprendí a distinguir lo
dulce de lo amargo, lo divino con lo terrenal; distinguí la pobreza de la
riqueza; la sencillez de la vanidad, la corrección amorosa del castigo físico;
la palabra dulce de lo amarga; sencillamente aquella mujer que permitía a su
larga cabellera jugar con el viento. Esta imagen de mi infancia late en mí ser…
Sin presunción alguna solicito a Ud. amable lector permitidme referirme a la
autora de mis días. Mi MADRE.
Con su esposo ASUMIÓ la aventura
de amar. En su vientre dio cabida a 7 hijos. Cada uno grato con Dios porque
aprendimos juntos a conjugar las acciones de reír, saltar, bailar, jugar, trabajar
para así ganarnos el pan del día a día con el “sudor de nuestra frente”.
Aprendimos a orar al Creador mañana,
tarde y noche. En invierno como en verano así también en otoño y primavera.
Estas últimas estaciones vividas en cada una de nuestras conciencias, pues la
recaída de la salud de la Madre hace dos años atrás, graficó la afectación de
la más bella flor del jardín de mi Dios, el cual fue podado por la mano del
Jardinero a fin de arrebatarnos de la delicia física de su amor, y regalarnos
la gracia de sentir en pleno hemisferio tropical la primavera de su infinito
amor, la misma que traspasa los límites
de toda existencia humana.
Hoy, en tu segundo año de tu
partida viejita querida, junto a toda tu familia agradecemos al Todopoderoso
que nos brindó la dicha de comprender el misterio salvífico de pasar a una
nueva vida no sin antes beber el trago amargo de la muerte. ¡Bendita tu muerte
madre! Ella, nos transforma a cada uno de nosotros en ciudadanos del infinito.
Hacia tu encuentro vamos. Y con él, vivir
en este mundo la “Primavera de Dios”.
“A ti Dios te consagramos lo más
íntimo, lo más cálido que nace de nuestros corazones”… Nuestro Amor… que tiene
sus raíces en la bondad sublime de una mujer que en vida cual roble nos educó.
De muerta nos sigue educando.
Un detalle especial, MAYKA, es el
nombre de mi hija. Tiene 4 años y el pasado domingo me preguntaba ¿Por qué mi
abuelita murió? No supe responder en ese momento puesto que mi corazón
quebrantó. Abrazándola tiernamente secaba sus lágrimas y contemplábamos el
cielo donde encontramos consuelo al descubrir en una nube la imagen de “aquella
dama con larga cabellera” otorgándonos su bendición. Ojalá este escrito sea
leído y comprendido por Mayka con el transcurrir del tiempo, confiado en que
encuentre la respuesta a tan inexplicable realidad ¿Por qué mi abuelita murió?
Al final del día logré responder “Para darnos vida y ganarnos UN ANGEL
PROTECTOR que protege a su esposo, a cada uno de sus hijos, sus nietos y por
qué no a cada uno de sus amigos que en vida tributaron la mayor de sus alegrías”.
A ti Madrecita, GRACIAS
INFINITAS porque desde siempre y por
siempre vivirás en mí.
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