sábado, 31 de diciembre de 2011

ADIÓS 2011, BIENVENIDO 2012


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El calendario señala sábado 31 de diciembre. Haciendo retrospectiva de los hechos y acontecimientos que sacudieron el Ecuador y el mundo, podemos con acierto expresar que ha sido el año de las revoluciones. Gracias al desarrollo tecnológico, hoy manifestada a través de un clik, pero visualizada 40 años atrás por Marshall Mc-Luhan, comunicador e investigador canadiense, hemos disfrutado, casi que en primera fila, de las revueltas populares desde el continente donde se presume, se gestó la vida.

Y mientras los medios de prensa de nuestro país preparan sus especiales de fin de año, esperado por muchos para sus coleccionables, ignorados por otros, me atrevo a escribir estas líneas con el firme propósito de poder despertar la conciencia de usted amable lector para  hacer memoria de los propósitos presentados hace 365 días atrás, los cuales al ser cristalizados provocan una alegría particular del deber cumplido.

Los especializados en materia de planificación y evaluación determinan lo bueno que es comenzar un año con motivación. Eleva y dinamiza el espíritu. Vigoriza el alma. Robustece la conciencia. Fortalece la voluntad. Casi que parafraseando el origen mismo de la vida, espíritu, alma, conciencia y voluntad son los pilares para el desarrollo cultural, religioso, económico y casi que ético que desde siempre  nos ha sabido guiar. Hoy, hasta el más atrevido de los mortales,  sin duda alguna vive su “éxtasis” por el desarrollo de la información y la comunicación en sus manos. Basta mirar la venta de celulares registrados por las compañías telefónicas en nuestro país para darnos cuenta de ello. No se necesita tanta investigación con rigor científico para llegar al interrogante de conocer ¿hasta qué punto incide el manejo de los medios digitales en la vida de todo ser humano?.

La respuesta es obvia, mucho. Pero ¿cuál es el criterio con el que se aborda estos medios digitales? Informar dirán algunos con el pretexto de una consigna en materia de comunicación y marketing político. “Si no lo publicas la competencia lo hará”. Por ello se justifica cómo sólo en las últimas semanas necesitamos “jalarle al ranking” de un accionar lamentablemente visto sólo en épocas navideñas.  Hace una década, quizás un lustro atrás, otros eran los esquemas para informar. Eran otros tiempos. Eso es claro y objetable. No pretendo un criterio de valoración frente a esta situación. Sí, dejar en la memoria colectiva que el 2012 será el año del “éxtasis tecnológico”, capaz de provocar los más grandes “orgasmos intelectuales” de quienes ven en este espacio el escenario ideal para la promoción de toda actividad humana.

Adiós 2011. Es el clamor de quien al evaluar su gestión siente el deseo ferviente de compartir con sus lectores la gratitud con mi equipo de trabajo por la satisfacción del deber cumplido. Feliz por todas las experiencias planificadas y ejecutadas. Bendito año que Dios nos regaló.  Bienvenido 2012.  Desde la UNEMI, el nuevo año se visualiza más comprometedor y desafiante en investigación, comunicación, docencia, desarrollo profesional en materia tecnológica y comunicación digital. En medio de la “revolución digital” y mirando al infinito, anhelo una sociedad más justa y menos oligárquica; mucho más humana, capaz de reiterar a más del “me gusta”, el “infinito amor” por los objetivos estratégicos que posee la empresa a la cual hoy sirvo proyectando desde mi trinchera el desarrollo vertiginoso de nuestra sociedad. 

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